* «Cuando una persona hace algo que no gusta, yo la insulto y la hago pasar como “discapacitada”: discapacitada mental, discapacitada social, discapacitada familiar, sin capacidad de integración… Y por esto mata: mata el futuro de una persona, mata el recorrido de una persona. Es la envidia que abre la puerta, porque cuando una persona tiene algo que me amenaza, la envidia me lleva a insultarla. Casi siempre hay envidia allí. Por la envidia del diablo entró la muerte en el mundo. Es la envidia que lleva a la muerte»
14 de junio de 2018.- (Caminocatólico.com) Cuando insulto, quizás incluso en el automóvil a la hora punta, pero más a menudo por envidia, comienzo a matar al otro, le quito el derecho de ser respetable, mato su futuro. La reconciliación que nos pide Jesús es radical, respetar la dignidad del otro y también la mía: lo expresó el Papa Francisco en la homilía de la Misa en la Casa Santa Marta esta mañana, comentando el Evangelio de Mateo sobre el discurso de Jesús sobre la justicia, el insulto y la reconciliación.
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