* «La única autoridad creíble es la que nace de ponerse a los pies de los otros para servir a Cristo. Es la que surge de no olvidarse que Jesús, antes de inclinar su cabeza en la cruz, no tuvo miedo ni reparo de inclinarse ante sus discípulos y lavarles los pies. Esa es la mayor condecoración que podemos obtener, la mayor promoción que se nos puede otorgar: servir a Cristo en el pueblo fiel de Dios, en el hambriento, en el olvidado, en el encarcelado, en el enfermo, en el tóxico-dependiente, en el abandonado, en personas concretas con sus historias y esperanzas, con sus ilusiones y desilusiones, sus dolores y heridas. Solo así, la autoridad del pastor tendrá sabor a Evangelio, y no será como «un metal que resuena o un címbalo que aturde» (1 Co 13,1)»
Video completo de la homilía del Santo Padre traducida al español
28 de junio de 2018.- (Caminocatólico.com) «Ninguno de nosotros debe sentirse “superior” a nadie. Ningunos de nosotros debe mirar a los demás por sobre el hombro, desde arriba […] La mayor promoción que se nos puede otorgar: servir a Cristo en el pueblo fiel de Dios, en el hambriento, en el olvidado, en el encarcelado, en el enfermo, en el tóxico-dependiente», y no dejarse corroer por «intrigas asfixiantes que secan y vuelven estéril el corazón y la misión». Son claras y nada fáciles las palabras que el Papa Francisco pronunció en la breve homilía durante el Consistorio público para la creación de 14 nuevos cardenales. El Pontífice concluyó con una cita sobre la pobreza del testamento espiritual de san Juan XXIII.
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