* «La fe me ayuda mucho a superarme, a ser constante, a ayudar a otras personas. Además, la fe nos ha permitido a mi mujer y a mí estar abiertos a la vida, porque tenemos seis hijos y los dos últimos han nacido después del trasplante. A día de hoy yo tengo una necesidad muy grande de rezar. A raíz de mi enfermedad no hago acepción de personas, puedo valorar a la persona por lo que vale. He visto la muerte muy de cerca, he visto a tres compañeros de hospital morir, y yo ya no me agarro a las cosas materiales. Veo la vida de una forma diferente, para mí ha sido un nuevo nacimiento. Y además puedo ver en mi historia de algún modo el ofrecimiento de Cristo, ver cómo se dona por completo al Padre por nuestros pecados. Porque conozco de cerca lo que es darse físicamente»
Leer más...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario