* «Que nuestra vida personal, familiar y social se llene de luz; que las fuerzas y situaciones internas y externas que nos oprimen sean vencidas; que la justicia y la paz se extiendan por todo el mundo. Y la buena noticia de esta noche de Navidad es que este sueño se convertirá en realidad si, como los pastores, acogemos como Dios y Señor de nuestras vidas a este niño que nos ha nacido, al Príncipe de la paz, a Jesús»
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