* «Como me di cuenta que ni la brujería ni las cartas ni la santería habían hecho que mi esposo regresara, me empecé a acercar a Dios. El Domingo de Ramos de 2014 vi la película “La Pasión de Cristo”. Fue tanto el impacto que provocó en mí que dije: Dios mío, tú pasaste y padeciste todo esto por mí, y yo no aguanto ni un poquito. Y dije: no Señor, en este momento renuncio a mi esposo para seguirte a ti. Si tú quieres, si mi esposo va a regresar para morir en mis brazos, que así sea, pero que se haga tu voluntad. Yo me voy a ocupar de tus asuntos y tú te vas a ocupar de los míos»
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