* «Desde los 4 años padecía problemas respiratorios. Los médicos dijeron que era asma aguda. Tenía problemas de asma bronquial, otitis y alergias severas. El diablo ya había entrado en mi cuerpo, pero yo aún no lo sabía. No estaba bien, siempre estaba cansado. Hasta los 31 estuve ingresando y saliendo del hospital por mis alergias, que no lograba superar y combatir. Vivir y contar lo que viví no es fácil. Es inquietante. Estaba en el infierno. Y hoy entiendo lo importante que es perdonar a tus enemigos. El diablo me catapultó a un mundo oscuro, me convenció de que era un animal, controló mi mente. Vivía entre arañas y serpientes, las mismas que poco a poco iban surgiendo durante los exorcismos. Mi cuerpo temblaba de un lado a otro y el dolor era una locura. Era como si me estuvieran cortando la carne con cuchillas»