Hay mucho énfasis en la notoriedad y la fama en nuestra sociedad. Nuestros periódicos y la televisión nos insisten dando el el mensaje:
Hoy lo que cuenta es lo que se conoce, lo alabado, lo admirado y, si usted es un escritor, un actor, un músico, o un político....
Aún así, la grandeza real es a menudo oculta, humilde, sencilla, y discreta. No es fácil confiar en nosotros mismos y en nuestras acciones sin afirmación pública. Debemos tener fuerte la confianza en sí mismo combinada con una profunda humildad. Algunas de las mayores obras de arte y las obras más importantes de la paz fueron creadas por personas que no tenían necesidad de ser el centro de atención. Ellos sabían que lo que estaban haciendo era su llamada y lo ejecutaban con gran paciencia, perseverancia y amor.
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