* "Me enfrenté a terribles tragedias por predicar estas filosofías falsas. Primero, mi alumna Jane. La noche antes de suicidarse, vino a mi casa con las preguntas sobre el suicidio que solía hacerme. Se las contesté de nuevo con las enseñanzas de la Nueva

* "Mi hermano era drogadicto y alcohólico; sufría crisis de ansiedad y depresión. A quienes intentaban ayudarlo, yo les decía que dejaran de temer por su bienestar, pues así continuaban atrayendo esa situación a su vida. La mejor manera de ayudarlo era “visualizarlo” en una situación de perfecta salud, que luego comenzaría a “manifestarse”. Y así lo hicieron. Y yo también. Pero no recibimos el “milagro” prometido. Mi hermano terminó por matar a mi sobrino de cuatro meses y hoy en día cumple cadena perpetua"
* "Cuando estaba a punto de invocar más espíritus, en un intento desesperado por encontrar ayuda, Jesús me sacó. Se me mostró como “el Camino, la Verdad y la Vida” que yo había estado buscando. No era la “Conciencia Crística” o “la Energía Pura” de la Nueva Era. Jesús es una persona real que me decía: “Soy la respuesta que estás esperando y estoy aquí, como siempre... ¡esperándote!”. Nunca me había sentido tan amada. Créame. Los que piensan que “el Cristo” es sólo un modo de pensar o una “conciencia”, se pierden todo, porque una “conciencia” no te puede amar como Jesús nos ama"
25 de diciembre de 2010.- Sharon Lee Giganti dejó su carrera en Hollywood cuando comenzaba a tener mayor éxito, para dedicarse a lo que creyó ser su gran misión: difundir los principios de la Nueva Era. La desilusión no tardó en llegar. Estas falsas enseñanzas destrozaron la vida de muchas personas a su alrededor –incluido su propio hermano–. Después de su conversión, se dedicó a comunicar sin cansancio las grandes trampas que esconden las enseñanzas de El Secreto, Un Curso de Milagros y la ley de la atracción. Leer más...
No hay comentarios:
Publicar un comentario