* «Entonces entré en el confesionario y mi confesión duró dos horas… un relato de toda mi vida pasada. Yo sólo cantaba, yo estaba en las nubes… Fui a misa ese día de la Transfiguración y desde entonces las misas han dejado de ser aburridas; sólo me entristece cuando se celebran apresuradamente o sin cantos.… El fuego del Espíritu Santo descendió, se apoderó de mí y me quemó, provocándome una gran curación interior… durante dos días me sentí quemado por Ese Fuego… en la zona física de mi corazón que parecía estar ardiendo. No podía dormir, sólo recé, le pedí perdón a Dios y perdoné a todos los que en la vida me habían herido… Con mi mente muy limitada pienso que esta fue la culminación de la gran intercesión de la Virgen ante Dios que yo había pedido en Medjugorje. Jesús está vivo y el Espíritu Santo está activo. Dios quiere salvar a todos y resucitar a todos los que están lejos de Él como yo lo estaba»
Leer más...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario