“Di un respiro profundo, el cual se repitió al momento en que en la pila bautismal me derramaban sobre la cabeza el agua bendita. El sacerdote, tan impactado como todos los presentes, me levantó y ante la asamblea presente dijo: «¡El Señor ha tenido Misericordia con ella y ha vuelto a la vida»!”
miércoles, 23 de enero de 2019
A María Soledad Eschmann la daban por muerta con 45 días de vida en 1957, pero "cuando recibí el bautismo, el Señor me levantó del sepulcro"
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