* «Una cosa es ‘estar’ y otra ‘estar presente’. La presencia supone alguien que está presente y alguien a quien se hace presente; supone comunicación recíproca, el intercambio entre dos sujetos libres que toman conciencia el uno del otro. Es mucho más, pues, que un simple estar en un determinado lugar. Semejante dimensión subjetiva y existencial de la presencia eucarística no anula la presencia objetiva que precede la fe del hombre, es más, la supone y la valora. Lutero, que tanto ensalzó la función de la fe, es también uno de los que ha sostenido con mayor vigor la doctrina de la presencia real de Cristo en el sacramento del altar»
Vídeo completo en italiano de la 4ª predicación de Cuaresma del Cardenal Raniero Cantalamessa de la transmisión en directo de Vatican News
* «San Gregorio de Nisa nos dejó una expresión estupenda para indicar este nivel más alto de fe; habla de ‘un sentimiento de presencia’ que se tiene cuando alguien es atrapado por la presencia de Dios y tiene una cierta percepción (no sólo una idea) de que él está presente. No se trata de una percepción natural; es fruto de una gracia que opera como una ruptura de nivel, un salto de calidad. Hay una analogía muy importante con lo que ocurría cuando, después de la resurrección, Jesús se dejaba reconocer por alguien. Era algo imprevisto que, de repente, cambiaba por completo el estado de una persona. Algo parecido tiene lugar el día en que un cristiano, después de haber recibido tantas y tantas veces a Jesús en la Eucaristía, finalmente, por un don de la gracia, lo ‘reconoce’. De la fe y del ‘sentimiento’ de la presencia real, debe florecer espontáneamente la reverencia y, más aún, la ternura hacia Jesús sacramentado»
No hay comentarios:
Publicar un comentario