* «No fue hasta más adelante que el Espíritu Santo empezó a trabajar en mí a través de otras cosas y personas. Quise acercarme más, tanto como pudiera…. Dije: ‘sí, Señor, quiero servir y ser una herramienta en tus manos’. Es una bendición, espero poder servirle como Él quiera. Ser diacono ha sido una bendición para mí y mi familia, espero que a través de mí pueda ayudar a otros»
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