* «Que nadie piense que tiene todas las respuestas. Que cada uno comparta con franqueza lo que tiene. Que todos acojan con fe lo que el Señor inspira, conscientes de que ‘como los cielos son más altos que la tierra’, así sus caminos son más altos que nuestros caminos y sus pensamientos más que nuestros pensamientos»
Vídeo de la transmisión en directo de Vatican News, traducido al español, con la homilía del Papa León XIV
* «Que la unidad sea un objetivo ineludible de sus esfuerzos, pero no solo eso: sea también el criterio para evaluar su actuación y su trabajo conjunto, porque lo que une es de Él, pero lo que divide no puede serlo»
1 de septiembre de 2025.- (Camino Católico) En la misa de apertura del Capítulo General de la Orden de San Agustín, esta tarde en Roma, León XIV exhorta a los delegados de las circunscripciones agustinas en todo el mundo a dejarse inspirar, más que por la “lógica humana”, por el Espíritu Santo para que el clima de los trabajos se viva con un “sincero esfuerzo por comunicarse y comprenderse”. El saludo al Santo Padre estuvo a cargo del Prior General saliente, el padre Alejandro Moral.
Son casi un centenar y representan a casi tres mil agustinos en el mundo, convocados en Roma para evaluar su actuación y su trabajo conjunto guiados, como les encomienda el Papa, por el Espíritu Santo, donde el Señor “prevalezca sobre toda lógica humana” y que sea la escucha, “la humildad y la unidad, la que marque, en los próximos días, “el clima del capítulo en armonía con la tradición secular de la Iglesia y la escucha de Dios y de los demás. La Basílica de San Agustín en Roma, fue el escenario de la celebración eucarística, presidida, esta tarde, por el Papa León XIV, en la apertura del 188º capítulo general de la Orden de San Agustín, a la que pertenece, desde 1977, cuando precisamente, un 1 de septiembre, inicia su noviciado en la provincia de Nuestra Señora del Buen Consejo, de Saint Louis, Misuri, en Estados Unidos.
Después de de sus palabras improvisadas en inglés, para saludar a todos los presentes, invitándolos a rezar "para recibir el don del Espíritu Santo" y "el don de escuchar, el don de ser humildes y el don de promover la unidad, dentro de la Orden ", León XIV abrió su homilía pidiendo que sea el Espíritu Santo, quien guíe día a día los trabajos del Capítulo General, y que el espíritu del Señor, “prevalezca sobre toda lógica humana, de manera abundante e irresistible”, en los días venideros.
“El Espíritu Santo habla, hoy como en el pasado. Lo hace en lo más profundo del corazón y a través de los hermanos y las circunstancias de la vida. Por eso es importante que el clima del Capítulo, en armonía con la tradición secular de la Iglesia, sea un clima de escucha, de escucha de Dios y de los demás”.
Y haciendo referencia a la meditación de San Agustín sobre Pentecostés y el signo de la “glosolalia” ocurrido en Jerusalén y por el que “ahora, el conjunto de los creyentes habla en todas las lenguas”, el Santo Padre recuerda a los agustinos, que “juntos, son miembros del Cuerpo de Cristo, que habla todas las lenguas”, quizá no todas las del mundo, pero sí las que para Dios son necesarias y nos confía para la realización del bien.
“Vivan, por tanto, estos días en un sincero esfuerzo por comunicarse y comprenderse, y háganlo como respuesta generosa al gran y único don de luz y gracia que el Padre Celestial les hace al convocarlos aquí, precisamente a ustedes, por el bien de todos”.
Hacer todo con humildad, es el segundo punto tocado por el Santo Padre que, siempre orientado por las palabras de San Agustín, recuerda su invitación para que todos se hagan “pequeños ante la libertad y la imperscrutabilidad de la acción de Dios”.
“Que nadie piense que tiene todas las respuestas. Que cada uno comparta con franqueza lo que tiene. Que todos acojan con fe lo que el Señor inspira, conscientes de que ‘como los cielos son más altos que la tierra’, así sus caminos son más altos que nuestros caminos y sus pensamientos más que nuestros pensamientos”.
León XIV, tomando en cuenta la primera lectura de hoy, en la que San Pablo habla a los Corintios habló del valor de la unidad. En particular, cuando el Apóstol afirma que “a cada quien se le da una manifestación particular del Espíritu para el bien común” y que todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, forman un solo cuerpo en Cristo.
“Que la unidad sea un objetivo ineludible de sus esfuerzos, pero no solo eso: sea también el criterio para evaluar su actuación y su trabajo conjunto, porque lo que une es de Él, pero lo que divide no puede serlo”.
Un objetivo, el de la de la unidad, que el Papa completa nuevamente rememorando a San Agustín comentando el milagro de Pentecostés cuando decía que “así como entonces las diferentes lenguas que un hombre podía hablar eran el signo de la presencia del Espíritu Santo, ahora es el amor por la unidad, el signo de su presencia”.
Por lo tanto, concluye, el Santo Padre, sus tres sugerencias para los próximos días del Capítulo General son “escucha, humildad y unidad”, y la invitación a que las hagan suyas con la oración dirigida al Señor al comienzo de la celebración, tomada del Misal Romano: “Que el Espíritu Paráclito, que procede de ti, oh Padre, ilumine nuestras mentes y, según la promesa de tu Hijo, nos guíe a toda la verdad”.
Han participado en la misa, miembros de las diferentes realidades de la Familia Agustiniana: los Priores Generales, las monjas, los religiosos de las congregaciones agregadas, los laicos de las fraternidades, además de los delegados capitulares que representan a las 41 circunscripciones de la orden representan a los agustinos que, con sus 395 casas, están presentes en los cinco continentes y que, en esta ocasión, están llamados a elegir al nuevo prior general, tras los 12 años de gobierno del padre Alejandro Moral.
Y es precisamente, el padre Moral quien dirige un saludo al Pontífice destacando la “gracia” de su elección como Sucesor de Pedro, siendo “también el hermano que compartió con nosotros el camino cuando era Prior General, testimoniando cercanía y entrega”. Pero, además, lo significativo de su presencia en la Basílica de San Agustín, junto a las reliquias de Santa Mónica, donde , desde hace ocho siglos, “resuena la voz de nuestro Padre, maestro espiritual y fundador, recordándonos que la Iglesia es la verdadera madre que genera y alimenta a sus hijos en la fe”.
"Su presencia nos anima a continuar nuestro camino con confianza. Nos llama a una misión vivida con humildad y dedicación, pero también con audacia y esperanza". "Gracias, Santo Padre, por el don de su cercanía"- concluyó Moral.
Fotos: Vatican Media, 1-9-2025