«Me sigo conmoviendo cada vez que hago una cruz. Cuando quito un clavo de una tabla y veo el agujero siento el dolor de quien en esta madera ha sufrido o ha encontrado la muerte. Pero al mismo tiempo, como cristiano, veo en la cruz la resurrección, la esperanza, la vida y me gusta hacer cruces porque tengo la sensación de que cada cruz representa un inmigrante que salvo»
sábado, 24 de mayo de 2014
Franco Tuccio, carpintero de Lampedusa: «El Papa reza todas las noches ante una de mis cruces, hecha con la madera de las barcazas de los inmigrantes»
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