* «Puesto que los paganos se muestran más dispuestos a acoger el Evangelio que los llamados “justos” (los fariseos y los escribas), se realiza aquello que Jesús dice como conclusión de la parábola: “Los últimos serán primeros y los primeros, últimos”. Una vez conocido el Reino, esto es, una vez abrazada la fe, entonces sí que hay lugar para las diferenciaciones. No es idéntica la suerte de quien sirve a Dios toda la vida, haciendo rendir al máximo sus talentos, respecto a quien da a Dios sólo las sobras de la vida, con una confesión reparadora, en cierto modo, en el último momento… Dios llama a todos y a todas horas. ¡Existe una llamada universal a la viña del Señor! Se trata del problema de la llamada más que del de la recompensa»
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