Papa Francisco en homilía en el cementerio militar de Redipuglia: «La guerra es una locura, trastorna todo, la humanidad tiene necesidad de llorar, y ésta es la hora del llanto»

«La avaricia, la intolerancia, la ambición de poder… son motivos que alimentan el espíritu bélico, y estos motivos a menudo encuentran justificación en una ideología; pero antes está la pasión, el impulso desordenado. La ideología es una justificación, y cuando no hay una ideología, está la respuesta de Caín: “¿A mí qué me importa de mi hermano?, ¿A mí qué me importa? ¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano?” (Gn 4, 9). La guerra no se detiene ante nada ni ante nadie: ancianos, niños, madres, padres…“¿A mí qué me importa?”»

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