"Nos tenemos que quedar tranquilos ante el Señor y ya veréis que, cuanto más recéis más a gusto estaréis en la oración. A veces cuesta pero una vez allí estás tan a gusto. La oración puede ser sencillita, pero en este tiempo de Cuaresma hay que intensificar la oración, el sacrificio, el ayuno y la limosna. Y después de todos estos pasos os tenéis que dejar amar y amarlo también vosotros"
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