“Reconocí que era un templo que tenía que ser cuidado. Y llegué a apreciar mis curvas femeninas como la señal física de mi alma femenina…. La Eucaristía nos alimenta con la vida de Dios, nos fortalece en tiempos de prueba, nos consuela en momentos de tristeza, cura heridas dejadas por el pecado, nos llena de la alegría de Cristo, continuamente demuestra el amor de Dios por nosotros”
jueves, 23 de junio de 2022
A Emily Stimpson, periodista católica, comer el Cuerpo de Cristo la curó de su anorexia, lo que ningún médico ni terapia consiguió: «Empecé a ver mi cuerpo como la imagen de Dios»
“Reconocí que era un templo que tenía que ser cuidado. Y llegué a apreciar mis curvas femeninas como la señal física de mi alma femenina…. La Eucaristía nos alimenta con la vida de Dios, nos fortalece en tiempos de prueba, nos consuela en momentos de tristeza, cura heridas dejadas por el pecado, nos llena de la alegría de Cristo, continuamente demuestra el amor de Dios por nosotros”
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