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Bienvenido a Escuchar y a Dar

Este blog, no pretende ser un diario de sus autores. Deseamos que sea algo vivo y comunitario. Queremos mostrar cómo Dios alimenta y hace crecer su Reino en todo el mundo.

Aquí encontrarás textos de todo tipo de sensibilidades y movimientos de la Iglesia Católica. Tampoco estamos cerrados a compartir la creencia en el Dios único Creador de forma ecuménica. Más que debatir y polemizar queremos Escuchar la voluntad de Dios y Dar a los demás, sabiendo que todos formamos un sólo cuerpo.

La evangelización debe estar centrada en impulsar a las personas a tener una experiencia real del Amor de Dios. Por eso pedimos a cualquiera que visite esta página haga propuestas de textos, testimonios, actos, webs, blogs... Mientras todo esté hecho en el respeto del Amor del Evangelio y la comunión que siempre suscita el Espíritu Santo, todo será públicado. Podéís usar los comentarios pero para aparecer como texto central enviad vuestras propuestas al correo electrónico:

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lunes, 11 de diciembre de 2023

Sara Ricchini, cantante, se alejó de Dios y dejó la música: «De voluntariado en Ecuador, el miedo a morir me motivó a empezar a rezar y encontré a Dios»

* «Quería una experiencia fuerte en un lugar donde no fuese sólo como una especie de vacación misionera sino ir a una misión donde pudiese ayudar a los demás yo sola, y, sin interferencias, pudiese escucharme a mí misma y, en caso de encontrar a Dios poderle escuchar a Él. Busqué y finalmente fui a Playaprieta, Ecuador, donde estaban las Siervas del Hogar de la Madre. Desde entonces mi vida ha cambiado totalmente. Al principio, el viaje empezó con sufrimiento, tenía la sensación de morir en aquel lugar. El miedo de morir, de no saber cómo sobrevivir me motivó a empezar a rezar. Y encontré a Dios. Yo decía: “Bueno, me he confesado, he recibido al Señor en la Eucaristía, he ido a Misa, así que, aunque muera, está bien, no me importa, ahora estoy más cerca del Paraíso que antes”. Así comenzó mi subida, el quererme a mí misma, encontrar a Dios, ya no sentirme nunca más sola»

* «No recuerdo el momento exacto en el que se produjo el cambio, la conversión. No era que un día dijese: “No creo” y al día siguiente: “Sí, creo”. Ha sido muy gradual. El momento crucial fue cuando decidí confesarme tras casi veinte años sin hacerlo. Después, al recibir la Eucaristía en Misa por primera vez después de casi veinte años, lloré, pero eran lágrimas de alegría. Allí empecé a ver verdaderamente al Señor en la Eucaristía. Resultaba como algo normal, Él estaba allí para mí, yo lo podía experimentar. Lo difícil a veces es explicar cómo he llegado a estar así. Muchas veces no quiero contarlo porque me gustaría encontrar las palabras adecuadas que expresen la vivencia. Siempre le pido al Señor que me ayude a explicarlo porque me gustaría que la gente lo entendiera de verdad. “Él estaba tan cerca de mí y no lo veía”. Realmente no sé cómo entró en mi vida de este modo y antes no lo veía. No sé explicarlo pero me gustaría poderlo hacer porque creo que si la gente encontrara a Dios como yo lo encontré, viviría una vida mil veces mejor. No es que en mi vida ya no existan problemas, siguen existiendo. Siempre hay dificultades. Pero ahora es diferente. Puedo decir: “Vale, no estoy sola para luchar, y además lucho para un después”. Intento vivir mi vida lo mejor posible para algo que viene después, para la vida eterna, para estar cerca del Señor»


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