sábado, 23 de diciembre de 2023
Thierry, separado, con hijos crecidos y «frágil»: «Empiezo a leer poemas de santas, salmos, la biblia, entro en una iglesia y conocí a Dios que me ama y me llama a seguirle y a amarle»
* «Tuve la oportunidad de conocer gente de mi parroquia: había una pequeña fraternidad que surgió espontáneamente, nos acogíamos en nuestras casas donde charlábamos y debatíamos. Así pude hablar con otros sobre mi fe, me aconsejaron leer libros, tal o cual pasaje de la Biblia… Fui avanzando. Uno de los frutos es que pude reconciliarme con mis padres, aunque nunca habíamos roto del todo. Eso me permite estar ahora con ellos para acompañarles en su vejez. A pesar de nuestras limitaciones, suyas y mías, hemos reconstruido una relación de amor»
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