Elige tu idioma

Bienvenido a Escuchar y a Dar

Este blog, no pretende ser un diario de sus autores. Deseamos que sea algo vivo y comunitario. Queremos mostrar cómo Dios alimenta y hace crecer su Reino en todo el mundo.

Aquí encontrarás textos de todo tipo de sensibilidades y movimientos de la Iglesia Católica. Tampoco estamos cerrados a compartir la creencia en el Dios único Creador de forma ecuménica. Más que debatir y polemizar queremos Escuchar la voluntad de Dios y Dar a los demás, sabiendo que todos formamos un sólo cuerpo.

La evangelización debe estar centrada en impulsar a las personas a tener una experiencia real del Amor de Dios. Por eso pedimos a cualquiera que visite esta página haga propuestas de textos, testimonios, actos, webs, blogs... Mientras todo esté hecho en el respeto del Amor del Evangelio y la comunión que siempre suscita el Espíritu Santo, todo será públicado. Podéís usar los comentarios pero para aparecer como texto central enviad vuestras propuestas al correo electrónico:

escucharlavoz@yahoo.es

Oremos todos para que la sabiduría de Jesús Resucitado presida estas páginas y nos bendiga abundamente.

Página web de Escuchar la Voz del Señor

Página web de Escuchar la Voz del Señor
Haz clic sobre la imagen para verla

domingo, 21 de abril de 2019

Aude se sintió abandonada por Dios al no poder tener hijos y dejó de practicar… Con cada niño que adoptaba le hallaban un cáncer, pero en el sufrimiento Cristo se le reveló

* «Poco a poco, a medida que comienza de nuevo el tratamiento, mi marido y yo nos vamos acercando más a la parroquia. Un día organizan una nueva vigilia. Algunos sacerdotes se ponen a nuestra disposición para confesar. También está expuesto el Santísimo Sacramento. Es entonces cuando me siento empujada a confesarme con un sacerdote. Suelto todas mis cargas. Es la primera vez que me libero después de todos estos años de sufrimiento, de incertidumbres, de inquietudes, de ira. Y a través de la mirada de ese sacerdote, veo verdaderamente la de Jesús, mirándome. Esta ahí solamente para mí, y me hace comprender que a lo largo de todos estos años siempre me ha acompañado, tanto en mis alegrías como en mis penas. Transformada, me deshago en lágrimas.  Han pasado años desde aquella vigilia. Mi enfermedad sigue ahí, con remisiones y recaídas, pero ahora veo a Dios presente y actuante en mi vida, incluso a través de los demás. ¡Mi marido y yo nos sentimos tan llevados, tan acogidos…! Nos maravilla tanto amor. Ahora considero a Jesús como un compañero del camino. Forma parte de mi día a día. Le hablo. Su presencia es como evidente. Cristo es el corazón de mi vida»

Leer más...

No hay comentarios:

Publicar un comentario