* Entre la 35ª y la 36ª semana de embarazo, unos dolores intensos e hinchazón en la pierna de Simone la llevaron al médico vascular, cuyo diagnóstico generó más susto: ella tenía una trombosis y fue internada inmediatamente para aplicarle un anticoagulante. En ese contexto angustiante, una sorpresa dejó a Simone con escalofríos: «El médico me dijo con estas palabras: ‘Tu bebé te salvó, pues el embarazo hizo presión e impidió que el coágulo se desplazara. En la etapa en que estás, podría ser fatal en cualquier momento’»
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