* «Sentí una devoción especial, me entró una enorme paz.… En aquel momento no necesitaba nada más, como si tuviera todo en mi vida. Lo entendí como un contacto directo con el Espíritu Santo, con Dios. Creo que nuestro santo ayudó con su intercesión ante el Señor»
María Martínez López / Alfa y Omega / Camino Católico.- El sabor castizo de la veneración a san Isidro no es incompatible con que el Patrono de los agricultores tenga devotos por todo el mundo. Entre ellos, hay casos tan llamativos como el del holandés Frank Stevens van Hemert. Su historia, que cuenta también en el video de Cope, es un testimonio vivo de la eterna novedad del Evangelio: cautivado por un santo del siglo XII, su catecumenado consistió en uno de los formatos más exitosos nacidos para la nueva evangelización, los Cursos Alpha.
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