“Tomo la decisión de que tengo que volver a mi vida, que no sirve de nada escapar del sufrimiento, que hay que afrontarlo. (…) Me voy a confesar con un sacerdote, confieso todo lo de la sexualidad, todos los pecados que yo había cometido. El sacerdote me absuelve y yo salgo de esa confesión como si saliera volando, parece que voy levitando. Como si fuera un hombre nuevo, con la decisión de irme a casa”
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario