* «Madre, que en el via crucis de Cristo viste también los sufrimientos de todos tus hijos a lo largo de todos los tiempos; ayúdanos a cargar nuestras cruces, tú que eres el consuelo de los afligidos y el auxilio de cuantos acuden a ti»
P. Carlos García Malo / Camino Católico.- Un día después de la Fiesta de la Exaltación de la Cruz, la Iglesia conmemora a Nuestra Señora de los Dolores. Esta devoción viene desde muy antiguo y fue en 1814 que el Papa Pío VII estableció esta celebración para el 15 de septiembre.
Se hace memoria hoy de la presencia de la Virgen María, que de pie junto a la cruz de Jesús, su Hijo, estuvo íntima y fielmente asociada a su pasión salvadora. Fue la nueva Eva, que por su admirable obediencia contribuyó a la vida, al contrario de lo que hizo la primera mujer, que por su desobediencia trajo la muerte.
En esta oración invocando a Nuestra Señora de los Dolores pedimos su intercesión para ofrecer nuestros sufrimientos y unirlos a la cruz de Cristo, como hizo ella, para que den frutos de vida eterna:
A ti, a la que una espada atravesó el alma al ser testigo de tanta maldad y crueldad injusta.
Madre, que en el vía crucis de Cristo viste también los sufrimientos de todos tus hijos a lo largo de todos los tiempos; ayúdanos a cargar nuestras cruces, tú que eres el consuelo de los afligidos y el auxilio de cuantos acuden a ti.
Madre, no nos dejes solos y que al sentirte a nuestro lado como lo estuviste a los pies de la Cruz, valoremos que el sufrimiento ofrecido por amor nunca muere sino que genera, unidos a la Cruz de Cristo, frutos de vida eterna.
Amén.
Virgen Dolorosa. Ruega por nosotros.
P. Carlos García Malo
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