Camino Católico.- Hace unos días fui invitado junto con otros colegas a participar en una tertulia sobre el coronavirus en una radio católica de mi ciudad. Como los tiempos en los medios pueden ser limitados, en un momento determinado resumí mi opinión con un “ora et labora”. Esto es, hay que hacer buena Medicina preventiva a la vez que continuar pidiendo ayuda al Cielo.
Para el cristiano, la vida en el mundo debería ser Cristocéntrica, nunca centrada en una enfermedad, en la crisis económica, en el ocio o en el estajanovismo. Quien nos ha creado, salvado y nos mantiene en el ser no es la física ni la economía. Así pues, al afrontar los retos cotidianos no podemos olvidar esta verdad.
La higiene frecuente de manos (mejor con productos que dejen un residuo activo), el uso de mascarillas de alta filtración si son preceptivas, el porte de gafas, ventilar, evitar aglomeraciones o hacer caso a los profesionales sanitarios son medidas prudentes en unos seres que tenemos inteligencia y habilidades que debemos desarrollar. En el caso de confinación de ancianos, deberían recomendarse algunos ejercicios para que se mantuvieran en forma…
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