Eduardo Gómez, CEO de neddux y experto en consultoría para multinacionales | Foto: Cortesía de Eduardo Gómez
* «Creo que tenemos que ser inteligentes los católicos, y hablar de Dios sin vergüenza, sin complejos. Pero hay que medir y calibrar muy bien cuándo y cómo hablar de Dios. Si te fijas en mis posts, pongo la palabra de Dios, hablo de Dios, hablo de la fe, del Corazón de Jesús, hablo de una serie de cosas, pero en un contexto de enfermedad, en un contexto de realidad, en un contexto en el que la gente se pueda sentir identificada. Cuento mi vida y la importancia que Dios tiene en ella»
Camino Católico.- La historia de Eduardo Gómez, CEO de la productora de cine académico Neddux y experto en consultoría para multinacionales, tomó un giro inesperado en los últimos años tras afrontar el cáncer, retornar a su fe católica y priorizar lo que más ama: su familia.
A pesar de no ser un usuario activo de redes sociales, en una entrevista concedida a ACI Prensa, Gómez cuenta que se sintió impulsado a compartir su vida de fe en LinkedIn tras ser diagnosticado de cáncer linfático en 2022. Unos años antes de la enfermedad, su deseo de pasar más tiempo con su familia, lo había llevado a replantear su vida y volver a la Iglesia, pues hasta entonces había estado enfocado en el éxito profesional.
“Nunca me había planteado usar las redes para la evangelización”, explica Gómez, quien sólo mantenía actividad en LinkedIn para temas laborales. Pero un día, al asistir a la Santa Misa, sintió el llamado a compartir su experiencia: “Sentí que el Señor me pedía que lo compartiera”.
Del éxito en las grandes corporaciones a aceptar la voluntad de Dios
Después de años trabajando en consultoría en multinacionales como Arthur Andersen, Management Solutions, Ernst & Young, PwC o KPMG —donde llegó a ser socio—, decidió crear su propia empresa para tener más tiempo con su esposa y familia.
“Había abandonado mi vida familiar, mi vida matrimonial y mi tiempo con mis hijos. Llegó un momento en que me di cuenta de la tontería que estaba haciendo, y entonces decidí cambiar mi vida profesional para dedicarme más a mi familia”, cuenta.
Fue así que en el 2020 decidió fundar Neddux, una productora de cine académico enfocada en ayudar a las empresas a innovar en la formación online, personalizando mensajes y valores. Además, dos años después, Gómez y su esposa empezaron a formar parte del Proyecto Amor Conyugal, un apostolado nacido en España que ofrece retiros y formación continua a matrimonios sobre la base de la Teología de San Juan Pablo II.
Eduardo y su esposa / Foto: Cortesía de Eduardo Gómez
Sin embargo, cuando todo iba aparentemente bien, en septiembre de 2022, la vida de Gómez dio un vuelco. A sus 48 años recibió la noticia de que padecía un cáncer agresivo en el sistema linfático, extendido en varias partes de su cuerpo. Para un hombre que había dedicado años a cargos de responsabilidad, y que recientemente había iniciado su propia empresa, el diagnóstico fue devastador.
“Imagina la situación: cinco hijos, recién empezado el proyecto de emprendimiento, un sinfín de sueños y toda una vida por delante para disfrutar con mi mujer, familia y amigos”, compartió en LinkedIn.
Durante el tiempo de hospitalización, experimentó una mezcla de miedo y gratitud: “Fue una experiencia dura, porque te entra el pánico mientras pasas de la incertidumbre a la confirmación de la gravedad de la enfermedad, y muy bonita, porque sientes el cariño de tanta gente que te acompaña desde la oración, la caridad, el amor fraterno”, relata.
Esta dura etapa le enseñó a ver su situación desde una perspectiva diferente. Al principio, la pregunta que rondaba su mente era “¿por qué me pasa esto a mí?”, pero con el tiempo entendió que la verdadera cuestión era “¿para qué me pasa esto?”.
“¿Por qué nos cuesta tanto aceptar las cosas ‘malas’ que nos pasan en la vida? ¿Por qué nos asustan? ¿Por qué buscamos la seguridad y el control de todo lo que nos pasa? ¿Por qué nos complicamos la existencia, ya sea en el trabajo, la familia o las relaciones humanas? Da igual el trabajo, el dinero ahorrado, la casa o el coche último modelo que tengamos. Un día nos tocará partir, unos antes y otros después, y todo eso se quedará atrás y no nos servirá para nada”, reflexionó en otro post en LinkedIn.
Y agregó: “Ojalá el día que me vaya pueda presentarme ante Dios como un niño. ¿Será que me he recuperado para tener una segunda oportunidad, seguir aprendiendo y hacer bien los deberes? Puedo asegurar que sí, y estoy en ello”.
El alcance de las publicaciones relacionadas a su fe en LinkedIn
Gómez asegura que, en los dos últimos años, no sólo el cáncer entró en remisión, sino que pudo experimentar “un encuentro muy profundo con Dios”. “El Señor me ha ayudado mucho a crecer personal y espiritualmente”, afirma.
Hace nueve meses, Gómez compartió la primera publicación sobre su historia de transformación en LinkedIn y el resultado fue sorprendente. Su primera publicación tuvo más de 50.000 visualizaciones en muy poco tiempo, y su segunda publicación superó las 150.000. “Ahí me di cuenta de que fue el Señor quien me pidió que compartiera esta experiencia de vida”, asegura.
“Mucha gente me escribió en privado dándome las gracias, amigos me contestaban por WhatsApp, y algunos me pedían que por favor siguiera mandando estos mensajes. Yo creo que fue como una lección que el Señor me decía: ‘Oye, ayuda, escribe estas cosas porque vas a ayudar a mucha gente’”, continuó.
Este alcance refleja que, en un mundo donde muchas veces se comparte sólo el lado exitoso, hablar desde la vulnerabilidad y la fe puede conectar profundamente con los demás. “El 99% de los posts en redes sociales muestran la cara buena, el éxito. Creo que la humildad es un valor ausente en redes sociales”, explicó Gómez.
Desde el primer post, ha publicado varias de sus vivencias en torno a la enfermedad y cómo la fe y su familia le han ido dando la fuerza necesaria para afrontarlo con esperanza.
Goméz considera que cuando un profesional en LinkedIn “ve un post de alguien que habla desde el corazón, reconociendo su debilidad, y además transmite un mensaje de valor, de esperanza, de alegría a pesar de las dificultades, pues eso llama la atención, porque no es muy común”.
“Creo que tenemos que ser inteligentes los católicos, y hablar de Dios sin vergüenza, sin complejos. Pero hay que medir y calibrar muy bien cuándo y cómo hablar de Dios. Si te fijas en mis posts, pongo la palabra de Dios, hablo de Dios, hablo de la fe, del Corazón de Jesús, hablo de una serie de cosas, pero en un contexto de enfermedad, en un contexto de realidad, en un contexto en el que la gente se pueda sentir identificada. Cuento mi vida y la importancia que Dios tiene en ella”, explica.
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