* «¿Cómo puedo vivir ahora de acuerdo a lo que ha pasado? ¿Cómo puedo ser digna de esto? El P. Karl me dijo algo que ya sabía, pero que necesito profundizar, que esto es un don y no hay nadie a quien darle un reembolso. Solo tengo que vivir mi vida con Dios al centro. Si lo hago, lo que creo estoy llamada a hacer o lo que necesito hacer, todo finalmente irá encontrando su lugar. He puesto todo lo que tengo en manos de Dios»