* «El Resucitado vive en el mundo de Dios, donde hay sitio para todos, donde se forma una nueva tierra y se va construyendo la ciudad celestial, hogar definitivo del hombre. Nosotros no podemos imaginar esta transfiguración de nuestra corporeidad mortal, pero estamos seguros de que ella mantendrá nuestros rostros reconocibles y nos permitirá permanecer seres humanos en el cielo de Dios. Nos permitirá participar, con sublime emoción, a la exuberancia infinita y feliz del acto creador de Dios, del que viviremos en primera persona todas las aventuras interminables»
Video completo de la transmisión en directo realizada por Vatican News de la catequesis traducida al español y de la síntesis que el Papa ha hecho en nuestro idioma
* «Renuevo mi invitación a implorar al Señor la paz para el amado pueblo ucraniano que desde hace seis meses -hoy- sufre el horror de la guerra. Espero que se tomen medidas concretas para poner fin a la guerra y evitar el riesgo de un desastre nuclear en Zaporizhzhia. Llevo en mi corazón a los presos, especialmente a los que se encuentran en condiciones frágiles, y pido a las autoridades responsables que trabajen por su liberación. Pienso en los niños, muchos muertos, luego muchos refugiados, aquí en Italia hay muchos, muchos heridos, muchos niños ucranianos y niños rusos que se han quedado huérfanos y los huérfanos no tienen nacionalidad, han perdido a su padre o madre, son rusos, son ucranianos. Pienso en tanta crueldad, en tantos inocentes que están pagando la locura, la locura de todos los bandos, porque la guerra es una locura y nadie en la guerra puede decir: ‘No, no estoy loco’. La locura de la guerra»