“Tuve que romper con todas esas relaciones de sexo, deshacerme de toda mi pornografía, y lo logré. No fue fácil el Espíritu Santo me cuidó. Él cuida a todos los que desean vivir una vida santa”
domingo, 9 de febrero de 2014
David DeJiacomo, de 63 años, fue homosexual activo, de misa pero sin confesarse 27 años, y dice hoy a los jóvenes: «Si uno quiere cambiar, es posible»
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