“Una noche en los prostíbulos implica tomar el tiempo necesario para llenarte de lo que quieres compartir. Y si vas a compartir el amor de Dios, pues lo primero es llenarte de Él... Eso significa que hay que dedicar el tiempo necesario para ir a misa, después adorar mínimo una hora a Jesús sacramentado, rezar y orar frente a Él... Le pido su Espíritu Santo para que me dé las palabras necesarias para acercarme con estos hermanos y hermanas y no faltar a la caridad en ningún momento... Y después, ¡manos a la obra!”
lunes, 13 de octubre de 2014
Salvador Íñiguez, el apóstol mexicano de travestis, chulos y prostitutas: "Mi mirada hacia las prostitutas es de compasión. Trato de ver en ellas a Cristo Jesús"
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