Camino Católico.- Virginia Gámez (Málaga, 1978) se subió por primera vez a un tablao a los nueve años. Desde entonces, su vida es el cante y una compañía constante ha sido la oración, que también aprendió siendo niña y que nunca ha dejado de lado. Virginia recuerda que aprendió a rezar en el seno de su familia, siendo también muy chiquita. «De pequeña recuerdo mucho a mi abuela materna rezando el Rosario, pero quien realmente me enseñó a hacerlo fue mi madre», cuenta a Ana María Medina en la web de la Diócesis de Málaga.
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