* «¿Quién me iba a decir que después de recibir este sacramento, que no lo había hecho con la edad que me correspondía, a los dos años iba a recibir otro sacramento, la unción de los enfermos? Me detectaron cáncer, y hoy puedo decir que dignamente viví esta enfermedad con paz y puedo decir que casi con alegría porque sentí la fuerza del Señor. Él me acompañó en todo momento. Cada uno tenemos la historia que Dios nos ha preparado muy bien, porque Él sabe cómo lo hace. Descubrí que toda esa trayectoria tenía un sentido y ese sentido era ver que con Él se puede todo. Nos hizo con muchas debilidades pero a la vez con mucha fortaleza, pero está en mi mano que esa fortaleza sea fuerte en la medida que me deje llevar por Él. La experiencia de caminar a su lado en medio de esta enfermedad fue una bendición, me hizo crecer más en la fe y saber que me quiere, que nunca me va a dejar y que pase lo que pase, con Él se puede todo. Yo sola no sería capaz de enfrentarme ni esta enfermedad ni a nada en la vida pero ahora sé que con Él lo puedo hacer todo»
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