* «Como digo en mis clases de actuación, la vida es desordenada. Realmente lo es, pero Dios lo tiene todo bajo control y vas a salir del otro lado en un lugar mejor… Todo lo que he logrado en este negocio es porque fue un regalo de Dios. Tienes que empezar el día diciendo, sí, tú eres Dios y yo no… Recuerdo pasar por momentos difíciles, llorando hasta dormirme con el Rosario, porque necesitaba, ya sabes, a Mamá María»