* «Reconocerlo es el primer paso que das por la mañana al levantarte: sales de la cama y te acoges como un regalo. Te levantas y, antes de sumergirte en las cosas que tienes que hacer, reconoces quién eres dando gracias al Señor. Le dices: ‘Dios mío, gracias por la vida. Dios mío, haz que me enamore de mi vida. Dios mío, Tú eres mi vida. Dios mío, ayúdame hoy con esto, con aquello. Tú sabes que estoy enamorado, enamorada, ayúdame. Ayúdame a hacer crecer este amor y terminar con una pareja, feliz’. Tantas cosas se pueden decir en la oración, siempre, al Señor. Luego rezas el Padrenuestro, donde la primera palabra es la clave de la alegría: dices ‘Padre’ y te reconoces hijo amado, hija amada. Te recuerdas que para Dios no eres un perfil digital, sino un hijo, que tienes un Padre en el cielo y que, por tanto, eres hijo del cielo»
Vídeo completo de la transmisión en directo de Vatican News, traducido al español, con el discurso del Papa a los jóvenes
* «Dejarnos levantar: dejar que nos lleve de la mano el Señor, que nunca defrauda a los que confían en Él, que siempre levanta y perdona… Chicos, no seáis profesionales del tecleo compulsivo, ¡sino creadores de novedad! Una oración hecha con el corazón, una página que escribes, un sueño que realizas, un gesto de amor hacia alguien que no puede corresponderte: esto es crear, imitar el estilo de Dios. Es el estilo de la gratuidad, que te saca de la lógica nihilista del «hago para tener» y del «trabajo para ganar». Esto no pude ser el centro de tu vida: hago para tener, trabajo para ganar. El centro debe ser la gratuidad. Sed creativos con la gratuidad, dad vida a una sinfonía de gratuidad en un mundo que busca el beneficio. Entonces seréis revolucionarios. ¡Id, daos sin miedo!»