Hermana Inah Canabarro Lucas, la persona más anciana del mundo. | Foto: Nathália Queiroz - ACI Digital
* «Siempre fue una pequeña monja que oraba mucho, oraba mucho, se dedicó a la oración toda su vida. Dios trató bien a su discípula, la Hermana Inah Canabarro Lucas», dice su sobrino Cleber Vieira Canabarro Lucas
Vídeo de la EWTN emitido el 6 de enero de 2025, pero esencialmente grabado en marzo de 2024 en el que se cuenta el testimonio de Sor Inah Canabarro Lucas
* «Siempre estaba centrada en los demás y no en sí misma. Era una persona muy resiliente, no exigía nada, agradecía todo, pensaba que todo estaba bien, tenía una enorme admiración por la congregación, por la compañía. Rezaba por todos, se preocupaba por todos. Su vida fue realmente ejemplar», asegura sor Lúcia Ignez Bassotto, coordinadora de la casa de Acogida Santo Enrique de Ossó donde vive la religiosa
Camino Católico.- La religiosa brasileña Inah Canabarro Lucas, de las hermanas teresianas de Brasil, ha muerto el miércoles 30 de abril de 2025, con 116 años siendo la persona más anciana del mundo. Vivía en del estado brasileño de Rio Grande do Sul y nació el 27 de mayo de 1908 Cuando le preguntaban cómo estaba, la hermana Inah Canabarro Lucas tenía una respuesta divertida favorita: “¡Cada día me siento más joven y más bella!”. En marzo de 2024 dijo a ACI Digital —agencia en portugués de EWTN News— que uno de los secretos de su longevidad es la oración: “Mi secreto, mi gran secreto, es rezar. Rezo el Rosario todos los días por todos en el mundo”. afirma.
La Hermana Inah se convirtió en la persona más anciana del mundo tras la muerte de la japonesa Tomiko Itooka el 29 de diciembre de 2024, quien era 16 días mayor que Inah. La confirmación la hizo LongeviQuest, un grupo de investigadores especializado en el mapeo de personas que superan los cien años. Con su fallecimiento, la persona más longeva del mundo pasa a ser la inglesa Ethel Caterham, nacida el 21 de agosto de 1909, quien tiene 115 años.
“Es un gran orgullo para la familia, los Canabarros Lucas”, dijo el pasado 6 de enero de 2025 a ACI Digital su sobrino Cleber Vieira Canabarro Lucas, de 84 años.
Sor Inah vivía en Porto Alegre, Rio Grande do Sul, en la Casa de Acogida Santo Enrique de Ossó, que está al lado de la Casa Provincial de las Hermanas Teresianas de Brasil, comunidad en la que fue aceptada a los 19 años, en 1927.
La hermana Inah Canabarro y su sobrino Cleber Vieira Canabarro Lucas / Foto: ACI Digital
Según su sobrino, a finales del año 2024 Inah tuvo algunos problemas de salud, los médicos le aconsejaron reposo, pero al comienzo de 2025 se encontraba bien. “Es lógico que su situación de salud a sus 116 años ya sea un poco complicada, ya no oye bien, tiene mucha dificultad para hablar, también ve muy poco, pero sigue su vida con los planes que Dios le dio”, dice Cléber. “Dios trató bien y sigue tratando bien a su discípula, la Hermana Inah Canabarro Lucas”, decía el 5 de enero de este año.
Para Cleber, la longevidad de Sor Inah ha sido consecuencia de su espiritualidad, ya que “siempre fue una pequeña monja que oraba mucho, oraba mucho, se dedicó a la oración toda su vida”. También habla de otras características como “su bondad al querer siempre hacer el bien a los demás, su buen humor propio de su personalidad, su optimismo y su determinación en la vida”.
Para la coordinadora de la casa de Acogida Santo Enrique de Ossó donde vivía la religiosa, sor Lúcia Ignez Bassotto, sor Inah "siempre estaba centrada en los demás y no en sí misma. Era una persona muy resiliente, no exigía nada, agradecía todo, pensaba que todo estaba bien, tenía una enorme admiración por la congregación, por la compañía. Rezaba por todos, se preocupaba por todos. Su vida fue realmente ejemplar", afirma sor Lucía, que conocía a la hermana Inah desde que era estudiante en Santana do Livramento.
Otra de las características de la hermana Inah es que siempre quería estar activa. Participaba en las oraciones de la comunidad, le gustaba pasear por el jardín y pasar tiempo con sus hermanas.
Hasta 2023, sor Inah "pintaba servilletas, hacía tarjetas, hacía muchas cosas. Cuando no tenía nada que hacer, cogía una baraja y se ponía a jugar. Si no tenía a nadie con quien jugar, jugaba sola. Se divertía mucho”, asegura sor Lucía.
Hermana Inah Canabarro Lucas rezando a Nuestra Señora / Foto: Nathália Queiroz - ACI Digital
Inah Canabarro Lucas nació en el municipio de São Francisco de Assis, en el interior de Rio Grande do Sul, el 27 de mayo de 1908, la penúltima de siete hijos. Según su sobrino Cleber, “todos estaban bien alimentados, eran normales y ella estaba muy delgada, débil y su padrino, en ese momento, le dijo a su padre: 'Amigo, no me malinterpretes, pero esta niña debe estar enferma y prepárate porque lamentablemente no creo que dure mucho’... ¡Todos se fueron y ella ya cumple 116 años de vida!”.
Es sobrina tatara del general David Canabarro, uno de los principales líderes de la Revolución Farroupilha (1835-1845), en Rio Grande do Sul.
Cuando era niña, uno de sus hermanos le dijo a su madre que Inah podía estudiar en un colegio de monjas de su ciudad. Inah luego preguntó: "¿Qué son las monjas?" La madre respondió que eran mujeres que se dedicaban a orar a Dios y dijo: "Voy a ser monja".
Inah estudió en el colegio de monjas y, a los 19 años, fue a hacer su noviciado con las hermanas teresianas en Montevideo (Uruguay).
Hermana Inah Canabarro en su cumpleaños número 110 / Foto: Hermanas Teresianas
A lo largo de más de un siglo ha experimentado numerosos cambios en el mundo y en la Iglesia. La monja pasó por dos guerras mundiales y diez papas. El año de su nacimiento, San Pío X era Papa. Y casi llega a conocer al onceavo si no llega a fallecer.
Inah ha sido maestra toda su vida. Enseñó portugués, matemáticas, ciencias, historia, arte y religión en escuelas teresianas de Río de Janeiro, Itaqui y Santana do Livramento, ciudad en la que es muy querida porque fue donde pasó la mayor parte de su vida.
Según su sobrino, era una profesora "estricta, disciplinaria y cariñosa, que se ganaba a todo el mundo".
Muchas de las hermanas que actualmente viven en la Casa Provincial de Porto Alegre fueron alumnas de la religiosa o cuentan historias sobre cómo sor Inah les ayudó a descubrir su vocación.
La hermana Lúcia Bassoto y la hermana Inah Canabarro / Foto: ACI Digital
"Era súper feliz, una persona que tenía vida, tenía amor, amaba de verdad", manifiesta la hermana Teresinha de Aragón, de 84 años, que conoce a la religiosa desde niña, porque su hermana fue alumna suya en Santana do Livramento.
La religiosa que ha fallecido a los 116 años es alguien que llevaba a todo el mundo en su corazón. No hacía excepción de personas. Trataba bien a todos, con cariño, ya fueran pequeños, mayores o ancianos. “Era una persona que amaba, amaba de verdad", remarca la hermana Teresinha.
Sor Inah y sor Teresinha Aragón / Foto: ACI Digital
Además, la hermana Inah era una de las pocas monjas de su congregación que seguía vistiendo el hábito. Según las hermanas de su comunidad, desde el Concilio Vaticano II (1963-1965) el uso del hábito es libre; cada una puede elegir llevarlo o no. Como la anciana no era plenamente capaz de decidir, y siempre ha llevado el hábito, decidieron vestirla siempre con este porque es la forma en que siempre se había visto a sí misma, como religiosa.
"Me siento muy feliz, muy agradecida con Dios porque fue ella quien me guió por este camino y ahora he podido serle útil, ayudarla en los momentos en que me necesitaba", afirmaba la hermana Velmira, quien es enfermera y en los últimos años se ha dedicado a cuidar de la salud de la hermana Inah. "Madre Inah me ayudó a encontrar este lugar donde me siento tan feliz, me siento muy bien con todo el mundo", continua la religiosa.
La hermana Inah Canabarro y la hermana Velmira Piotrovski / Foto: ACI Digital
Un logro notable en su vida fue la creación de la banda de música del Colegio Santa Teresa en Santana do Livramento. Contaba con 115 instrumentos musicales y viajó a presentaciones por Brasil, Uruguay y Argentina. También guió y colaboró en la creación de la también famosa banda de música del Liceo Pomoli, en Rivera (Uruguay), ciudad hermana de Santana do Livramento.
La Hermana Inah fue una apasionada seguidora del Sport Clube Internacional, club fundado en 1909, cuando ella tenía un año, “porque es el equipo de la gente, gente buena, pobre, muy honesta, muy buena”, decía.