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Bienvenido a Escuchar y a Dar

Este blog, no pretende ser un diario de sus autores. Deseamos que sea algo vivo y comunitario. Queremos mostrar cómo Dios alimenta y hace crecer su Reino en todo el mundo.

Aquí encontrarás textos de todo tipo de sensibilidades y movimientos de la Iglesia Católica. Tampoco estamos cerrados a compartir la creencia en el Dios único Creador de forma ecuménica. Más que debatir y polemizar queremos Escuchar la voluntad de Dios y Dar a los demás, sabiendo que todos formamos un sólo cuerpo.

La evangelización debe estar centrada en impulsar a las personas a tener una experiencia real del Amor de Dios. Por eso pedimos a cualquiera que visite esta página haga propuestas de textos, testimonios, actos, webs, blogs... Mientras todo esté hecho en el respeto del Amor del Evangelio y la comunión que siempre suscita el Espíritu Santo, todo será públicado. Podéís usar los comentarios pero para aparecer como texto central enviad vuestras propuestas al correo electrónico:

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sábado, 24 de octubre de 2009

Henri, joven belga de 30 años, recuperado por el Señor de su drogadicción en la Comunidad Cenáculo

24 de octubre.- Me llamo Henri, tengo treinta años y soy de Bélgica. Agradezco poder compartir lo más bello de mi vida. Como muchos de los jóvenes que convivimos en la Comunidad Cenáculo, también yo me drogué, consumía heroína y cocaína. Llegué al Cenácolo muy joven, era un adolescente muerto, desesperado. Conocí la Comunidad por una amiga de una tía que presenció un testimonio en Medjugorje. Despúés de un tiempo de estar en la Comunidad Cenáculo y recuperarme me marché. Recaí en la droga, peor que antes, porque necesitaba mucho mal para sofocar la verdad que estaba dentro mío. Yo sabía muy bien que Dios existía, la conciencia lo gritaba dentro mío, pero no quería escucharlo. Terminé en la calle, era un vagabundo, me inyectaba la droga cada dos o tres horas, pedía limosna, robaba, hedía, había perdido la dignidad de hombre. No obstante Dios volvió a mi encuentro a través de la fundadora de la Comunidad Cenáculo, Madre Elvira. Leer más...

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