15 de octubre de 2009.- Convocado por el instituto John Henry Newman se celebró ayer un debate en el que participaron un imán islámico, un rabino judío, un sacerdote católico y un periodista evangélico que mantuvieron una posición común: su oposición total al aborto. El aula magna de la Universidad Francisco de Vitoria estaba completa de alumnos, aunque durante la última media hora se comenzaron a vaciar algunas filas, tal vez por el solapamiento de horarios. Tal vez por el tema del que se trataba, entre los asientos se veían más alumnas que alumnos.
El sacedote católico Florencio Sánchez, LC, (en la fotografia de la derecha) declaró «la vida es sagrada. Y la mejor prueba de ello es que haya madres que no comen para que lo hagan sus hijos». Para el imán islámico Riad Tatari «La vida es el primero de los derechos principales. No tiene sentido defender ningún otro derecho si no se reconoce el derecho a vivir». El judío Baruk Garzón, tal vez el que arrancó más aplausos, ironizó: «¿A dónde estamos yendo? La gente no quiere tener hijos para poder comprarse un frigorífico y un coche. Me preocupa la escala de valores actuales. ¿Por qué se está renunciando a derechos?». Para el rabino señaló que cuando la generación actual habla de tener hijos como un sacrificio parece olvidar que ellos están vivos gracias a que sus padres lo hicieron. Leer más...
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