* ”Me fui alejando de la Iglesia hasta dejarla totalmente. Había entrado en una profunda crisis buscando el sentido de mi vida…. Todas las personas de mí alrededor eran personas que iban a misa, pero en definitiva su vida no era profundamente cristiana... No estaba Dios en el centro de mi familia… Una cosa tenía clara: no podía engañarme a mí mismo. No podía ser un cretino, un estúpido: o creía seriamente en Dios o, si no creía, era mejor dejarlo... y así es como lo dejé todo”
* ”Entonces intenté ser coherente con un tipo de existencialismo: con el absurdo total de la existencia humana. Y comencé a sufrir mucho porque ante mí todo el mundo se convertía en ceniza. No tenía interés por nada, ni siquiera por pintar… Había muerto interiormente y sabía que mi fin seguramente sería el suicidio, antes o después. Y, de hecho, estaba literalmente sorprendido de que la gente fuese capaz de vivir cuando yo no era capaz de vivir”
* ”El Señor tuvo piedad de mí, pues tuve una experiencia profunda de encuentro con el Señor que me sobrecogió… Me sentía como agraciado, como uno a quien delante de la muerte, cuando le van a disparar, le dijesen: "Quedas libre, gratuitamente quedas libre" y entonces aún no se lo cree y llora por la sorpresa de que le han liberado. Esto fue para mí pasar de la muerte a ver que Cristo estaba dentro de mí y que alguien dentro de mí me ha dicho que Dios existe…. Fue un toque, un testimonio profundo que me decía no solo que Dios existe, sino que Cristo es Dios”
4 de julio de 2011.- El iniciador del Camino Neocatecumenal, Kiko Argüello -Francisco José Gómez de Argüello es su nombre completo- contó su testimonio de conversión, el 1 de noviembre de 1996 en Asís, en un encuentro ante cientos de jóvenes no pertenecientes al Camino. Reproducimos textualmente su intervención. Leer más...
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