* «Algunas muchachas se escapan con un musulmán, que las utiliza y poco después las echa de su casa. Quiero hacer algo en contra de eso»
8 de febrero de 2012.- En Pakistán, cuando alguien dice: «Le doy mi vida a Dios» no se trata tan sólo de una frase bonita. Ryan Joseph, -en la imagen de la izquierda con el obispo y sus padres- de 27 años y procedente de Karachi, ciudad de 18 millones de habitantes situada al sur de Pakistán, fue recientemente ordenado sacerdote. Sabe que la promesa que ha hecho es algo serio, que actualmente le puede costar la vida. Sin embargo, el sacerdocio era ya en su niñez su profesión soñada. Leer más...
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