“Decido hablar con el sacerdote que me recomienda hacer oración. Yo me decido. Voy me planto delante del sagrario y empiezo hablarle a Dios que me habían dicho que estaba en el sagrario. Al hablar con el Señor siento que me escucha y me siento querido por Él. Y consecuencia de esto es por lo que decido bautizarme”
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