“Nunca he querido rezar mucho, pero cuando empecé a hacerlo mi vida cambió. Empecé a experimentar una paz que nunca había sentido antes. Hoy pienso que la oración es un aspecto muy importante de mi vida. Entendí, en efecto, que es importante rezar, dialogar con Dios, para discernir la propia vocación, pero aun más para escuchar qué es lo que el Señor quiere decirme”
viernes, 11 de septiembre de 2015
Andrés Filippucci, de familia neocatecumenal: Al morir su padre, siendo adolescente, se rebeló contra Dios; despertó en un hospital... hoy es cura
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