Rita Klaus estuvo 25 años con esclerosis que la dejó en silla de ruedas, pero orando se curó y lo atribuye a la Virgen de Medjugorje

“Le pedí a María con todo mi corazón para que mediante su intercesión preguntase a su Hijo si podía curarme. Por favor, ayúdame a mejorar mi fe, donde no esté demasiado fuerte. Al terminar percibí una curiosa sensación de calor en todo mi cuerpo. Me quedé dormida y ya no recordé nada más… Miré a mis pies. ¡Mis dedos estaban moviéndose! Me quedé completamente impresionada…. Me repetía constantemente: "¡Gracias Madre!, ¡Gracias Jesús! Levanté mis piernas, sin ayuda, por primera vez en años.. Caminé por el pasillo..., con mis muletas bajo el brazo. Dejé las muletas y subí la escalera Decidimos llamar a mi médico. Atónito nos remitió al hospital. Explicamos allí lo que había sucedido, y nadie se lo explicaba” 

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