“Y hoy, tantas y tantas personas que se declaran “católicos no practicantes” han optado por hacer oídos sordos a este «lenguaje tan duro» (Jn 6,60) de Jesús: «si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros». Pero el Señor, que conoce y se compadece de nuestra debilidad, ha querido sostenernos en la fe mediante signos extraordinarios –los llamados milagros eucarísticos– que ha realizado sobre todo en momentos en que se ha puesto en duda su presencia real en la eucaristía. El más conocido es el milagro de Bolsena”

No hay comentarios:
Publicar un comentario