En estos casos, se trata de intentar revivir al bebé durante diez minutos, y si no hay reacción, de acuerdo con el protocolo se interrumpe las maniobras… A los cinco minutos el índice de vitalidad continuaba en cero. Todo indicaba nula esperanza de vida para esa recién nacida. Fue entonces que la enfermera Diva Pellini, movida por una certeza espiritual irrefrenable, salió del lugar… marcó el número del Monasterio de las Clarisas de Sarzana y pide oraciones. Las hermanas rezan y piden la intercesión de Itala Mela. En esos momentos, "He sentido una gran paz que me envolvió por completo", dice Francesca Colombani Bertoli, "la presencia luminosa del amor divino. Por eso, cuando meses después bautizamos a nuestro hija, además de Erminia, también hemos querido llamarla Luz Bendita"
jueves, 22 de junio de 2017
Erminia Bertoli nació muerta, pero Dios intervino y el milagro permitió beatificar a la mística Itala Mela, que por años fue atea
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