* «Imploro misericordia para esta humanidad herida y rota por el pecado; impotente e inválida que no sabe reaccionar. Ten, Madre, compasión y alcánzanos la gracia de cambiar y tener una verdadera conversión que traiga la deseada paz por ti anunciada al mundo. Madre, quiero ver el triunfo de tu Inmaculado corazón ya en esta tierra. Despiértanos del letargo espiritual que vivimos y ayúdanos a vivir tus mensajes de esperanza. Que Dios sea el principio y fin de nuestras vidas y desde Él y para Él construyamos un mundo de armonía, amor y paz. Gracias madre por el regalo de la fe»

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