* «Acercarme al Dolor de los enfermos, poder tocarles, poder acercarme a su sufrimiento me ayuda encontrarme con un Dios que opta por el ser humano, que quiere al ser humano y que ha venido para dar vida. Y es así como siento que los misioneros podemos hacer nuestra misión, sabiendo que somos instrumentos y que es Dios, a través de quienes ponemos nuestro granito de arena, el que puede acercarse a la humanidad para curarle y sal»
Caminocatólico.com.- La gaditana Isabel Fernández, de 42 años, es misionera de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús en Bikop (Camerún), donde ejerce parte de su labor apostólica en un centro de salud. Es una de las miles de personas por quienes la Iglesia nos invitó este domingo del Domund a rezar y para quienes solicitó nuestra ayuda económica, necesaria todo el año. Vatican News la ha entrevistado como un testimonio claro de cómo cambiar el mundo. La hermana Isabel estudió Medicina en la Universidad de Salamanca, pero Dios le llamó para ejercer la medicina en África y ella lo dejó todo y se fue. Sin embargo, en su testimonio de vida deja claro que ella no cambia el mundo sino que «el único que sana y salva es Dios. Nosotros somos sus instrumentos»
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