* «Jesús es misericordioso, pero también es justo. Y si tú cierras la puerta de tu corazón por dentro, Él no puede abrirla, porque es muy respetuoso de nuestro corazón. Rechazar a Jesús es cerrar la puerta por dentro y Él no puede entrar… Cada uno de nosotros pensemos: en mi vida, ¿cuántas veces he sentido la inspiración del Espíritu Santo para hacer una obra de caridad, para encontrar a Jesús en esa obra de caridad, para ir a rezar, para cambiar de vida en esto, en esto que no va bien? Y siempre he encontrado un motivo para disculparme, para rechazar»
Video traducido y editado por Laudate Dominum
6 de noviembre de 2018.- (Caminocatólico.com) Jesús nos invita a hacer fiesta con Él, pero – preguntó el Santo Padre en su homilía de esta mañana – ¿cuántas veces nos inventamos pretextos para rechazar su invitación? El pasaje del Evangelio del día, está tomado del capítulo 14 de San Lucas. Casi todo gira en torno a un banquete que un jefe de los fariseos ha organizado y al que también ha invitado a Jesús. En aquella ocasión – relata la página evangélica de ayer, de la que la de hoy es la prosecución – el Señor había curado a un enfermo y había observado que muchos invitados trataban de ocupar los primeros puestos. Por lo tanto había recomendado al fariseo que invitara a comer más bien a los últimos, a aquellos que no pueden devolver el favor.
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