* «E incluso el chismorreo nace de la rivalidad, porque mucha gente siente que no puede crecer, pero para ser más alto que el otro, disminuye al otro con el chismorreo. Una forma de destruir a las personas. La rivalidad. Y Pablo dice: “No. Que en la comunidad no hayan rivalidades”. La rivalidad es una lucha para aplastar al otro. Es fea, la rivalidad: puede hacerse de manera abierta, directa o se puede hacer con guantes blancos; pero siempre para destruir al otro y realzarse a sí mismo. Y como yo no puedo ser tan virtuoso, tan bueno, disminuyo al otro, y así yo permanezco siempre alto. La rivalidad es una forma de este actuar por interés»
5 de noviembre de 2018.- (Caminocatólico.com) La “rivalidad y la vanagloria” destruyen los cimientos de las comunidades, sembrando divisiones y conflictos. Lo ha subrayado Papa Francisco esta mañana en su homilía de la Misa celebrada en la capilla de la Casa Santa Marta. A partir del Evangelio según Lucas (Lc 14, 12-14), el Pontífice además, ha condenado el “egoísmo del interés”, reiterando que la “gratuidad” predicada por Jesús “no es selectiva”.
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