* «Si dejamos el amor como un puro mecanismo fisiológico estaremos exponiéndolo a la veleidad de la piel que siempre quiere darse gusto a sí misma y se justifica en cualquier cosa para ello. Sólo cuando comprendemos que Dios existe, que “es amor” y que nos ha amado con amor eterno, entonces podemos vivir la experiencia de la entrega y de la donación, del “sí” para siempre sin temor a habernos equivocado, pero sobre todo sin dejar ese “sí” a merced de los instintos viscerales que cada día piden más y más como una enorme serpiente que se devora a sí misma por la cola»
Leer más...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario